Wednesday, September 18, 2024

Narrar San Pablo

Veo a San Pablo desde el taxi, la primera vez me pareció imponente, algo hipnótica, son las siete de la mañana y voy por una autopista repleta de autos, todos van algun lugar y a ninguno de alguna manera. Miro las plantas, todo parece inmenso en comparación a Buenos Aires donde las cosas languidecen. San Pablo la que me habían dicho que era gris ahora estaba ahí delante mío. Fueron unos cuantos viajes más en un año, creo que seis en año y medio o siete, perdí la cuenta.

Miro a San Pablo como un voyeur desde la ventana de un taxi, a veces la miro por las madrugadas, la forma mas rapida de llegar al aeropuerto, otras por la tardecita/noche mientras me muevo de un barrio a otro para alguna actividad de la empresa. El resto que conozco son un par de cuadras a la redonda de donde duermo y trabajo. El barrio de Pinheiros otrora barrio obrero ahora convertido en una muela gentrificada en una dentadura hambrienta.

Busco en mi mente libros que hablen de San Pablo, recuerdo alguna que otra cosa de Perlongher en ese largo viaje hacia la nada en que escribió “Hay cadáveres”. Ese inicio del poema.

Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres

Y no me queda otra más que pensar que hablaba de San Pablo, la mata, los pajonales, los canales, los puentes. Una ciudad que de alguna manera es el reflejo de la profundidad, que se presenta inconmensurable pero que a los ojos de Perlongher son la vida. Creo que en otro libro trata algunos aspectos de sus calles, negocio do michê. Esa forma de transitar la ciudad y el deseo como una sombra sorda que se mueve a grito pelado.

Mamani escribe sobre San Pablo, el que es ajeno, el migrante, el que rumia sueños, el que promete y no cumple. El San Pablo de la patria ajena y ajada, el que castiga y el que cumple. Semejante monstruo algo tiene que entregar para los ingentes sacrificios que se le hacen. El personaje de Mamani abandona San Pablo y vuelve al Alto. Nunca fui a Bolivia así que no podría escribir de eso pero el contraste seguro que es temerario.


Siempre que me preguntan cómo es San Pablo respondo que grande, que todo lleva tiempo, demasiado. Busco la forma de narrarla y se me escapa, creo que la única manera es darle su cauce, dejarla morir, vaciarla. Escribir sobre lo que uno ve desde una ventana un taxi es una tarea demente. Escribir es una tarea demente.


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